Muchas veces se preguntaba qué era.
Cuando se observaba,solo se veía un pequeño y enérgico músculo con un entramado de venitas llenas de un dulce liquido rojo;siempre siempre se estaba moviendo y nuuuunca se cansaba.¿Seré una fresa?...¿seré un tomate?...se preguntaba.¡¡Ah ya sé!!...soy un Sol,pero en pequeñito.
Con el paso del tiempo le empezaron a pasar cosas muy muy raras.Le crecían dedos,una nariz llena de mocos,pies,un pequeño rabito,orejas...Estaba preocupado de verdad.
Un día,decidió ir al médico y que le dijese si su enfermedad era grave.
Cuando llamó a la puerta de la consulta,un doctor muy amable,tras darle unas palmaditas de bienvenida,le hizo recostar en la camita más reconfortante que jamás había probado.Tan cómodo y cansadito del viaje estaba,que no se dio cuenta en que momento se quedó dormido.
Cuando despertó,se puso muy contento,ya sabía lo que era : ¡¡¡claro que soy un Sol!!...acabo de llegar y todo a mi alrededor se ha iluminado.
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